Primera obra literaria de Mauritania traducida al español. Un hombre vive fugitivo, escondido. Un grupo yihadista ha tomado el poder y el protagonista de este apasionante relato se ve obligado a refugiarse en la casa de la mujer a la que amó. Sumido en su encierro, se entrega a sus pensamientos para quedar atrapado en una espiral de miedos, incertidumbre y remordimientos de la que solo le consuela el diálogo imaginario que establece con Nacereddine, su ancestro. Estoy solo nos traslada a una ciudad situada en la frontera con el Sáhara mauritano, acompañados por un personaje cosmopolita que tocó el cielo con las manos gracias al oportunismo y a la corrupción, y que quedó sumido en los infiernos cuando la suerte cambió de bando. Su soliloquio lo lleva a cuestionar las derivas de un país desgajado por el terrorismo yihadista y por la miseria económica e intelectual, en el que el colonialismo sigue proyectando su indeleble sombra.