En el México del siglo XIX, el horror en la creación literaria surge a partir de las historias de la época y de los motivos de la tradición oral. Hacia la segunda mitad del siglo y principios del XX, se gestaron y vieron la luz excelsos relatos, donde los elementos aterradores aparecen en función de la reflexión de otros componentes como el amor, la muerte, el humorismo, las relaciones, la religión, etcétera. Este volumen reúne notables creaciones que forman parte del catálogo de reconocidos escritores (como Bernardo Couto Castillo, Vicente Riva Palacio, Heriberto Frías y Manuel José Othón, entre otros) que se arriesgaron a internarse en desolados y sombríos pasajes para ofrecer una perspectiva fundamental para el género de terror en las letras mexicanas.